¿Qué hay detrás del ansia por comer? ¿Por qué comemos sin hambre? ¿Qué hace que la comida se convierta en un pensamiento recurrente día tras día?
Cuando una persona quiere adelgazar y sin embargo no es capaz de poner en práctica las conductas adecuadas para conseguirlo (comer sano, hacer deporte,…), decimos que existe una vinculación entre su sobrepeso y estados emocionales. En muchos casos, la comida se utiliza para gestionar aspectos de la vida que no funcionan del todo bien, calmando el estrés y reduciendo la ansiedad. Cuando esto ocurre, la comida funciona más como una conducta compulsiva que como una necesidad fisiológica de alimentarse, como un sustituto y no como un nutriente. Esta pérdida de control puede provocar alteración de valores, sentimientos de culpa, baja autoestima,…
Aprender a controlar los pensamientos recurrentes, identificar los autoengaños, gestionar la ansiedad, posponer la recompensa y aumentar el autocontrol son algunas de las estrategias para lograr poner en práctica aquello que llevan tiempo proponiéndose.