En sesión, con bastante frecuencia cuando la terapia ya va avanzando o al final de la misma, recomiendo una actividad llamada “Carta para los días de lluvia”.
Son cartas que un paciente escribe en un momento en que se sienta bien, dirigidas a sí mismo en un momento malo. En ellas, puede darse consejos acerca de cómo hacer frente a una situación complicada, resaltar sus cualidades positivas, o simplemente hablar acerca de cómo ha cambiado su visión de la vida fruto de las sesiones de terapia. Estas cartas, resultan especialmente útiles ante momentos de debilidad, puesto que, a fin de cuentas, la persona más capaz de “auto-animarse” es uno mismo en un momento bueno. Por eso es importante tenerlas a mano.
En esta emotiva carta, hay grandes lecciones de vida:
- Nunca dejes que los demás decidan quién eres, no permitas que otros te cuelguen la “etiqueta” que no te corresponde llevar.
- Atrévete a ver la vida desde tu propia perspectiva, no desde el punto de vista que a otros les interesa imponerte.
- comprende que todos tenemos genialidad en nuestro interior, se trata de saber encontrarla y focalizarnos en aquello que nos apasiona.
NO A LAS ETIQUETAS