Cómo te puedo ayudar

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Los psicólogos no somos magos que damos una charla milagro que hace que nuestro paciente salga “curado” de la consulta. Somos el impulso que necesitan algunas personas para reinventarse a sí mismas.

¿En qué te puede ayudar un psicólogo?

Todavía sigue existiendo cierto estigma cultural acerca de lo supone acudir a terapia. En algunas personas, se mantiene la falsa creencia de que un psicólogo está destinado a ayudar a personas con graves problemas mentales.

La realidad es bien distinta. Las personas que llegan a mi consulta no son “locos”, “chiflados”, “personas cuya vida es un completo caos” ni “desequilibrados mentales”. Son personas con problemas, dificultades, que ven que su vida no va por el camino adecuado, o que creen en que la ayuda de un profesional de la psicología pueda hacerles la vida más fácil, personas que tienen la valentía suficiente para aceptar que su problema es demasiado grande como para afrontarlo sin ayuda experta.

Por tanto, tratamos problemas cotidianos, como las dificultades de un niño para aprobar el curso, el malestar de una mujer por el estrés que sufre en el trabajo, los problemas de un hombre con el alcohol, un adolescente con dificultades para tomar decisiones, o simplemente ayudamos a una persona ser más segura de sí misma.

Según esto, te puede ser de gran ayuda acudir a un psicólogo cuando…

  • No te gusta tu vida, notas que algo no funciona del todo bien: te sientes desanimado, apático, duermes mal…
  • Estás pasando por una dificultad y no sabes cómo hacerle frente: pérdida de un familiar, ruptura de pareja, diagnóstico de una enfermedad, problemas laborales…
  • Dependes de alguna sustancia, ya sea tabaco, alcohol, comida, … que te impide vivir con plenitud.
  • Tienes dificultades para relacionarte con los demás, o sufres ansiedad cuando lo haces.
  • Tienes problemas con tu pareja o con tus hijos y ves que tus intentos de solucionarlo no consiguen resolver el problema. Crees que tu familia podría vivir con mayor armonía y no sabes cómo lograrlo.
  • Crees que todo es mejorable, y hay algún aspecto de tu vida que necesitas potenciar, ya sean técnicas de estudio, tus estrategias para hablar en público, tu capacidad atencional o tu capacidad de autocontrol.
  • Tienes alguna manía o hábito que quieres cambiar.
  • Crees que has perdido el control sobre tu vida y tus emociones.
  • Y un largo etc.

O simplemente cuando quieres descubrir las herramientas para sacarte mayor partido a ti mismo. Todo se puede mejorar, empezando por ti.